Contreras, de raíces cubanas, y Padilla,
originario de República Dominicana, forman parte de un grupo de
elegidos seleccionados por la compañía californiana para participar en
el programa de formación NextUp organizado en el nuevo y sofisticado
centro de producción de YouTube en Los Ángeles, YouTube L.A. Space.
Durante dos semanas, los privilegiados
alumnos cambian su entorno casero por uno profesional, donde se les
facilitan cámaras, luces, micrófonos, sets de rodaje y herramientas de
edición de primer nivel, así como asesoramiento de expertos, para
ayudarles a ser estrellas en internet.
“Éste es un espacio para desarrollar los
canales de YouTube, nuestro trabajo es acelerar su expansión, que sean
más ambiciosos con sus contenidos”, comentó Liam Collins, responsable de
este complejo que no duda en equiparar con el que tiene Sony en la meca
del cine y considera “atractivo incluso para Steven Spielberg”.
La instalación se ubica en un antiguo
hangar de 4,000 metros cuadrados que fue propiedad del magnate Howard
Hughes e incluye dos cines, tres salas para filmar con croma, un estudio
de grabación, otro de captura de movimientos, uno de baile y dos
escenarios.
“Es increíble, es un estudio de cine
para creadores de YouTube. Nos lo dejan usar todo y gratis”, explicó a
Efe Contreras que empezó hace tres años a colgar videos en ese portal
para que lo vieran sus amigos y actualmente su canal de parodias Qbanguy
colecciona más de 100,000 suscriptores y más de 100 millones de
visitas.
Qbanguy cuenta con publicidad y
Contreras, que estudiaba para guionista, ha convertido YouTube en su
vida, aunque aún necesita de vez en cuando un empleo a tiempo parcial
para mantenerse.
“En mis primeros dos años no hice ni un
centavo, pero seguí porque me encanta. No me importa trabajar 20 horas
en un vídeo porque es mío, aunque luego solo saque $10″, explicó el
joven nacido en Nueva Orleans, de donde se mudó a Las Vegas tras el paso
del huracán Katrina.
Para Padilla, que empezó en YouTube con
un video sobre cómo fortalecer los abdominales grabado con una cámara de
$80, la experiencia en el centro angelino ha sido reveladora.
“Nos han abierto los ojos. Nos han
enseñado todo lo que realmente necesitas para ser exitoso y poder vivir
solamente de YouTube. Desde nuestra casa podemos hacer una tonelada de
dinero, es ridículo”, manifestó este residente en Nueva Jersey que a sus
20 años paga sus estudios de profesor con lo que saca en internet.
“Mi plan es graduarme pero quizá no
llegue a ejercer de profesor porque hay muchas oportunidades en
YouTube”, indicó el joven que está detrás del canal Techmaster8 en el
que habla de ejercicio físico, tecnología y autoayuda.
Techmaster8 tiene cerca de 30,000 suscriptores y atesora más de 12 millones de visitas.
YouTube L.A. Space, así como sus
equivalentes de menor tamaño en Londres y Nueva York, están abiertos a
creadores de canales de YouTube que hayan demostrado su compromiso con
la plataforma, su capacidad para colaborar con otros generadores de
contenidos y que necesiten de medios para sacar adelante sus proyectos.
Google no cobra por el uso de las
instalaciones ni por el asesoramiento, que incluye desde directores de
fotografía o actores como Matt Damon, y paga los gastos a los alumnos de
Next Up.
Para poder participar, el canal tiene que tener al menos un millón y medio de visitas o 10,000 suscriptores.
Además, ofrece el espacio por períodos
de tres meses para canales con proyectos concretos e incluso por más
tiempo, como es el caso de Dave Days y Freddie Wong, maestros en
creación de contenidos en YouTube, con millones de visitas en sus
canales, que producen contenidos profesionales en las instalaciones de
Los Ángeles.
Detrás de esta inversión en tiempo y
material, se encuentra el deseo de Google de incrementar el tiempo de
consumo de vídeos en YouTube, lo que conlleva un incremento de su valor
comercial y por lo tanto ingresos para la compañía.
Se ha propuesto alcanzar este objetivo
incentivando la profesionalización de su cantera de creadores. Cuanto
mejor sea el contenido y más se promocione, más audiencia.
Una visión de negocio que el padre de Jonathan Contreras, un cubano que trabajó desde los 12 años, no acaba de tener clara.
“Estás loco chico, eso no te da dinero.
Tú tienes que contactar a Justin Bieber y que te ponga en el vídeo”, le
dijo a su hijo que se ríe contando la anécdota.
Por el momento, Bieber sí ha aparecido en su canal, aunque fuera Contreras disfrazado y cantando “Baby, baby, baby”.